María Teresa Sáenz de Tejada fue la alcaldesa en la octava temporada intrerpretado por la actriz Verónica Forque.
La alcaldesa es la sustituta de Juan Antonio Valbuena al frente del consistorio municipal tras ser descubiertos los delitos económicos del alcalde y que este acabara en la cárcel por ellos.
María Teresa fue apodada como «La Alcaldesa» por ostentar dicho cargo en un Municipio de Madrid. Su investidura se llevó a cabo gracias al enchufe de su marido, Alejandro, el Ministro del Interior (interpretado por el actor Josema Yuste) con el que estaba casada y tenía tres hijos (dos hijas y un hijo). Sin embargo este le fue infiel durante 2 años a espaldas de Teresa con una joven actriz, por lo que ella se fue de casa y se mudó a la vivienda de Enrique en Montepinar.
Al poco de mudarse comienzan una relación que no consigue cuajar y ella vuelve con su marido, pero al seguir enamorada de Enrique, decide regresar al bajo B de Montepinar, volviendo a dejar a Enrique al iniciar algo más que una amistad con Araceli y también se hizo muy amiga de Judith cuando esta última vivió durante un tiempo en la casa de Enrique tras discutir con su compañera de piso Rebeca. Odia a su marido, tener cargos y al gran "Pajarraco triste". Menciona que en su casa tenían a una asistenta del hogar llamada Nelly. Le encanta hacer Tai-Chí con Araceli y salir de marcha.
Su coeficiente intelectual es desconocido, pero se cree que se encuentra muy por debajo de la media. Si no fuera por Enrique, no hubiese aguantado tanto en el cargo de Alcaldesa de Madrid. Lo último que se supo de ella en es que fue detenida por corrupcion y obligada a dimitir (su cargo fue asumido por Enrique en la novena temporada) si bien es evidente que los chanchullos los llevaba su marido el Ministro y que ella firmaba todo sin mirar. Se desconoce su actual paradero.
Curiosidades
• En un principio se pensó en que Teresa fuera la hermana de Araceli, pero finalmente se descartó. Ambos personajes encajaban a la perfección, por lo que como hermanas hubieran sido el complemento perfecto.